El "error" de Guardiola: el elogio no siempre debilita
El "error" de Guardiola:
el elogio no siempre debilita
El "error" de Guardiola: el elogio no siempre debilita
«Lo del Madrid no es suerte […] tienen jugadores con un empaque que cuando hay dificultades ves jugadores que levantan el dedo y dicen «aquí estoy yo» y esto es lo que mejor habla de un gran equipo como es el Real Madrid. Cuando las cosas van bien las cosas fluyen, y si van mal dan un paso adelante. No uno, ni dos. Dan muchos.”
Estas palabras fueron expresadas por Josep Guardiola, entrenador del Manchester City, en la rueda de prensa previa a la eliminatoria correspondiente a las semifinales de la UEFA Champions League. Creo que todos los que estamos delante de estas líneas sabemos más o menos lo que está logrando el Real Madrid y hay unas preguntas que nos rondan en la cabeza: ¿Cómo puede ser? ¿Lo han hecho otra vez?
Estas reflexiones no pretenden ser un espacio de crítica, ni de discusión indirecta sobre lo que se hace bien o lo que se podría hacer mejor. Estas líneas simplemente pretenden dar un enfoque psicológico a cualquier situación de nuestro día a día para ir sensibilizando y reenfocando a aquellas personas que invierten unos minutos leyendo la suma de palabras que se plasman en estos posts.
Antes pero, necesito remarcar esto: tengo una sensación un tanto extraña al utilizar la palabra «error» ante el nombre de Josep Guardiola. Por sentir que esto puede ser interpretado como una crítica y por sentir que esta crítica va dirigida a una de las personas que más admiración ha despertado en mí desde que tenía 16 años. Papá, no te estoy dando la razón. No sé si os pasa a vosotros con cualquier tema en la relación con vuestros padres/madres, pero en mi caso, mi padre busca la opinión contraria a todo lo que yo pienso cuando estamos viendo un partido de fútbol. Todo. Y como bien sabe lo que pienso del talento y del trabajo de Guardiola, a la que puede, me intenta buscar las cosquillas con las típicas críticas resultadistas, emocionales y sin fundamento. Aún recuerdo cómo se le caía la baba con aquel FCBarcelona. Así que insisto, papá no te estoy dando la razón.
Tratando de respetar la esencia didáctica que persigue el blog de UNIQ, utilizaremos las palabras del entrenador catalán en la rueda de prensa para hablar de los elogios y su relación con el autoconcepto. Su comunicación no verbal nos decía que ese no era el sitio donde le apetecía estar. Con un semblante caído. Un rostro serio, ya sea por cansancio o por enfado, o por un poco de ambas. Una mirada que trataba de alejarse de los periodistas que tanto desgaste provocan en su día a día. Las ruedas de prensa forman parte del trabajo de Guardiola, pero queda claro que no es precisamente la responsabilidad que más le atrae. Todas sus palabras, especialmente en la prensa española, se interpretan, reinterpretan, se vuelven a interpretar y se vuelven a reinterpretar hasta llegar a un punto que se pueden (o se quieren) llegar a malinterpretar. No estoy en su cabeza, pero no debe ser fácil de gestionar que se ataque a su “ser», a sus valores personales, al Guardiola persona, día sí, día también. Sí, es cierto que es una persona pública. Y sí, es cierto que hay muchas personas que le apoyan. Pero el ruido es más incómodo y duradero que beneficioso el silencio.
En las ruedas de prensa se empiezan a jugar los partidos y en la previa del primer partido de semifinales en el Etihad Stadium, Guardiola cometería un «error» que se tornaría determinante en el resultado final de la eliminatoria.
En el mundo del futbol, Josep Guardiola es una persona influyente y sus palabras generan un impacto en todos los agentes sociales que forman parte del ecosistema fútbol. Y en este caso, con sus palabras reforzó el autoconcepto de los jugadores del Real Madrid. En nuestra sociedad, especialmente en el ámbito educativo, “el elogio debilita” es una frase hecha que tiene más peso de lo que nosotros nos pensamos en el desarrollo psicológico de las personas. Todos conocemos a alguna madre/padre que le dice a sus hijxs los errores con mucha facilidad y en cambio le cuesta mucho elogiar las buenas praxis. También podremos conocer personas que cuando su hijx saca buenas notas o marca un gol les felicita por el resultado obtenido y cuando el resultado no es el esperado se lo recriminan, incluso castigan. Entrenadorxs, madres, padres, abuelxs tienen una influencia parecida para lxs jugadorxs, hijxs y nietxs a la que Guardiola tiene para los jugadores del Real Madrid. Saber elogiar (poner y reconcer con palabras) las creencias de lxs chicxs construye un autoconcepto empoderado provocando niveles de autoconfianza superiores que si se reconoce un simple resultado final. Qué hubiese generado en los jugadores blancos si el entrenador de Santpedor hubiese simplemente «reconocido el mérito que tuvo el Real Madrid de remontar aquel resultado de 0-3 contra el Chelsea». En aquel momento puntual pudieron conseguir ese resultado y tiene mérito pero no se refuerza el “cómo” son los jugadores a nivel individual en los momentos de dificultad. En el día a día y en la competición siempre hay estos momentos adversos, y en esta eliminatoria el Real Madrid vivió momentos de dificultad. Y cómo se reforzó en aquella rueda de prensa: Vinicius que levanta el dedo para pedir el balón, o Benzema con su lanzamiento de panenka, ya que no le quemó el balón en los pies en ese momento de dificultad.
Quizás no tenga nada que ver, pero igual que se analizan las jugadas al final del partido y se juega a imaginar qué hubiese pasado si se hubiese hecho una buena defensa del área o si se hubiese ocupado un espacio determinado, a mi también me gusta jugar a analizar estas situaciones e imaginar cómo hubiese sido el impacto en la competición. Independientemente del resultado final, quería utilizar este contexto para remarcar la importancias de los elogios. Es cierto que el elogio debilita si se elogian aspectos que se escapan del control de la persona, como por ejemplo el haber conseguido el resultado. Papá y mamá me han felicitado por marcar ese gol, yo soy goleador, esta semana voy a marcar gol (¿qué pasará cuando no pueda marcar gol?. Pero también es igual de cierto que el elogio optimiza si se refuerza los valores, las creencias y los comportamientos controlables que una persona tiene en esas situaciones remarcables. Mamá y papá me ha felicitado por seguir creando líneas de pases cuando había fallado un control, yo gestiono el error creando nuevas líneas de pases, cuando esta semana tenga un error volveré a crear una línea de pase (¿que pasará cuando tenga un error?).
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