Jugar con mochila

Si los especialistas de la condición física lo hubiesen visto, seguramente hubieran pensado que aquello estaba más cerca de una negligencia que no de un recurso condicional para fortalecer y optimizar el rendimiento.

Entrenar nuestra mirada

Hay estímulos que ni siquiera las cámaras son capaces de llegar a captar y sin embargo son factores que afectan al rendimiento de un jugador o jugadora.

Aquellos locos bajitos…

…que jugaban en la calle hasta hacerse de noche, que eran felices detrás del balón, que decidían el resultado de toda la tarde en la última jugada y no importaba más que para la revancha del día siguiente… ¿Dónde están esos locos bajitos?

Ecología verbal

Se calcula que tenemos 60.000 pensamientos diarios de los cuales, según los informes científicos, el 90% son negativos, repetitivos y anclados en el pasado.

Mis palabras, mi mente, mi juego.

La manera en la que yo escoja las palabras con las que describo una situación puede cambiar radicalmente mi predisposición a vivirla y por lo tanto mi experiencia.

De dentro a fuera o de fuera a dentro

Cuando nos motiva el resultado, el reconocimiento externo o los premios por goles y asistencias es porque nuestros facilitadores de aprendizaje nos han orientado en está dirección. De fuera a dentro.

Sobrecarga emocional

Creemos ese espacio y tiempo para abordar las situaciones psicológicas, porque solamente así permitiremos que el fútbol sea el terreno donde desarrollarse física, mental y emocionalmente.

Simplemente era yo y no sabía serlo

“Tu problema está en la cabeza”. Estas fueron las palabras que aquel entrenador mágico me dedicó años después de aquella temporada única y diferente…